El sur de España quedará reducido a un desierto a finales de siglo si no se controla el ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, advierten los investigadores.
Estamos hablando de que el sur de España aproximadamente un 30% del pais pueda quedar en estado árido o semiárido para finales de 2100, si no se toman medidas contundentes.
Todo lo que no sea una reducción de las emisiones de carbono extremadamente ambiciosa y políticamente improbable hará que los ecosistemas del Mediterráneo cambien a un estado sin precedentes en los últimos 10 milenios, dijeron.
El estudio, publico lo que ocurriría con la vegetación de la cuenca mediterránea bajo cuatro trayectorias diferentes de futuras emisiones de carbono, desde un escenario sin cambios en el peor de los casos hasta el mantenimiento del aumento de la temperatura por debajo del objetivo de 1,5C del acuerdo climático de París en el otro.
En el peor de los casos, las temperaturas aumentarían casi 5 ºC en todo el mundo de aquí a 2100, lo que provocaría la expansión de los desiertos hacia el norte en el sur de España y Sicilia, y la sustitución de los bosques caducifolios por vegetación mediterránea.
Incluso si las emisiones se mantienen al nivel de los compromisos presentados antes del acuerdo de París, el sur de Europa experimentaría una expansión «sustancial» de los desiertos. El nivel de cambio superaría todo lo que los ecosistemas de la región han experimentado durante el holoceno, la época geológica que comenzó hace más de 10.000 años.
«El Mediterráneo es muy sensible al cambio climático, quizá mucho más que cualquier otra región del mundo», afirma el autor principal, Joel Guiot, de la Universidad de Aix-Marsella. «Mucha gente vive al nivel del mar, también tiene muchos problemas derivados de la migración. Si añadimos problemas adicionales por el cambio climático, será peor en el futuro».
Dijo que, aunque su estudio no simulaba lo que ocurriría con la producción de alimentos básicos del Mediterráneo, como las aceitunas, otras investigaciones mostraban que estaba claro que los cambios perjudicarían su producción. El cambio climático ya ha calentado la región más que la media mundial – 1,3C frente a 1C – desde la revolución industrial.
El impacto real en los ecosistemas mediterráneos, considerados un punto caliente de biodiversidad, podría ser peor porque el estudio no tuvo en cuenta otros impactos humanos, como la transformación de los bosques para cultivar alimentos.
«El efecto del ser humano es deforestar, sustituir por la agricultura, etc. Se cambia la cubierta de la vegetación, se elimina la humedad del suelo, y se acentúa la sequía cuando se hace eso. Si se produce el impacto humano [directo], será peor», dijo Guiot.
Los investigadores alimentaron un modelo con 10.000 años de registros de polen para construir una imagen de la vegetación en la región, y lo utilizaron para inferir las temperaturas anteriores en el Mediterráneo.
A continuación, ejecutaron el modelo para ver qué ocurriría con la vegetación en el futuro, utilizando cuatro escenarios diferentes de calentamiento, tres de ellos tomados del panel científico del clima de la ONU, el IPCC.
Sólo con el recorte más estricto de las emisiones, que equivale aproximadamente a cumplir la aspiración de París de mantener el calentamiento en 1,5C- los ecosistemas se mantendrían dentro de los límites que experimentaron en el Holoceno.
«El mensaje principal es realmente mantener a menos de 1,5C», dijo Guiot. «Para ello, tenemos que disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero muy rápidamente, y empezar la disminución ahora, y no en 2020, y llegar a cero emisiones en 2050 y no a finales de siglo».
Dijo que la principal limitación del estudio era el modelo relativamente simple en el que se basaba, pero que esto se compensaba por el hecho de que se utilizaba de forma coherente, para reconstruir el pasado y para prever la vegetación futura.